La cúrcuma, también llamada azufre de Indias, es una planta muy apreciada porque ofrece una gran versatilidad gastronómica. Además se le atribuyen propiedades medicinales contra el cáncer, el colesterol alto y la artrosis, entre otras enfermedades. En este artículo te explicaremos cuáles son los beneficios de esta especia.
¿Realmente ayuda a adelgazar?
La respuesta es ambigua: en realidad, la cúrcuma, como tal, no adelgaza, pero sí ayuda a activar el metabolismo. Esto ayuda a que los alimentos se digieran mejor, reducir y quemar la grasa del organismo. Estos factores hacen que, tomada de forma continua y acompañada de una dieta saludable, una hidratación correcta, suficiente descanso y ejercicio unas 2 o 3 días por semana; se convierta en un complemento perfecto para perder peso.
Además, la cúrcuma te da vitaminas y minerales para sentirte mejor, tener más defensas y aportar energía de manera natural. Por lo que se puede tomar sin problemas estando en ayuno para adquirir parte de la energía que necesitas para tu día a día.
¿Qué beneficios aporta la cúrcuma?
Son numerosos los estudios que demuestran, científicamente, que la cúrcuma tiene las siguientes propiedades:
- Antiinflamatorio
- Antioxidante
- Antidiabético
- Mejora el sistema inmunológico
Se ha revelado como una planta prodigiosa, que se comporta como un bálsamo general sobre nuestra salud, actuando desde diversos frentes. Se le han atribuido virtudes antiinflamatorias, antioxidantes, coleréticos, digestivas, carminativas, hepatoprotectoras, hipolipemiantes, desintoxicantes a nivel hepático, antiulcerosas, cardioprotectoras y, en algunas fuentes, se señala también como antitumoral.
Además, también está demostrado que ayuda a quemar y digerir mejor las grasas. De este resultado sí que se puede deducir que una infusión de cúrcuma es efectiva para adelgazar, aunque con ciertos “peros”.
Entonces, ¿adelgaza o no?
En concreto, se sabe que la cúrcuma tiene beneficios asociados a la pérdida de peso de manera natural (siempre que se respeten los principios básicos de una vida saludable) entre otros:
- Ayuda a prevenir el síndrome metabólico: el mismo está directamente asociado con que una persona acumule grasa de manera más sencilla, debido a un cambio en su metabolismo. Para reducirlo, se recomienda tomar cúrcuma a diario y de manera moderada, con el objetivo de reducir triglicéridos y colesterol malo en sangre.
- Ayuda a la desintoxicación y limpieza del hígado, por lo que también es más fácil mantener nuestro peso ideal.
- Acelera el metabolismo: eso se debe a su efecto termogénico en el cuerpo de la persona que lo consume de manera habitual. Así pues, es perfecta para aumentar la termogénesis y acelerar el metabolismo.
Por otro lado, también está demostrado que tomar la cúrcuma, junto con otros ingredientes, como el jengibre, la pimienta negra o algunos líquidos grasos como el aceite de coco, el de oliva o la leche de almendras, ayuda a quemar grasas de manera natural y más efectiva.
¿Qué otros beneficios tiene la cúrcuma?
Los grandes beneficiarios de los posibles tratamientos con cúrcuma son: el hígado, el corazón, el sistema digestivo, el sistema inmune y la piel. Por eso las principales indicaciones de la cúrcuma y sus mayores beneficios son:
La cúrcuma destaca como una planta digestiva, te ayuda a digerir bien los alimentos, te alivia la sensación de dispepsia o indigestión y previene la formación de gases y flatulencias.
- Mejora y estimula la producción de bilis por su alto efecto colerético, y favorece la metabolización de las grasas. La curcumina, que no es soluble en agua, tiene una gran capacidad lipofílica, de absorción de grasas, que son metabolizadas sin problemas y excretadas con las heces.
- Es útil para ayudar a perder peso, de nuevo por su facilidad para movilizar las grasas y metabolizarlas. La curcumina, asimilada en la dieta, puede limitar la extensión del tejido graso, inhibiendo el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos o angiogénesis, y por ello se incluye en terapias de adelgazamiento.
- Asociada a plantas astringentes, es útil en caso de diarreas provocadas por inflamaciones gastrointestinales, intoxicaciones o alergias.
- Se ha indicado como un sustituto natural de determinados fármacos antiulcerosos de síntesis para aliviar las úlceras gástricas y gastroduodenales. La cúrcuma incide sobre la mucosa gastrointestinal, y contribuye a reparar el tejido dañado.
- Actúa como un excelente antiinflamatorio estomacal e intestinal, muy adecuado en caso de gastritis y gastroenteritis, pero también como apoyo en el tratamiento de la pancreatitis y el colon irritable.
- Tiene un efecto descongestionante a nivel hepático; restaura las células hepáticas y ejerce una acción protectora sobre el hígado.
¿Cómo ingerirla?
La cúrcuma se puede tomar tanto fresca como seca (en polvo). Una de las posibilidades es comerla directamente diluyendo media cucharadita de cúrcuma en polvo en un vaso con agua o jugo. Sin embargo, se considera que resulta mucho más eficaz añadirla a las comidas.
Si la quieres tomar en forma de comprimidos, puedes tomar 2 cápsulas de curcumina al día durante las 2 primeras semanas y 1 cápsula al día los siguientes días. En fases agudas: es posible tomar 3 cápsulas al día durante 2 o 3 semanas, para procesos crónicos: se pueden tomar 2 cápsulas al día durante 3-6 meses.
Finalmente es bueno saber que, de preferencia, debe tomarse acompañada de lípidos como la leche de coco. Esto es básico en la comida del sudeste asiático, para facilitar la absorción de la especia.
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